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Abrazos lentos

Actualizado: 6 jul 2023



Hoy os dejo un texto que aparece en el prólogo del libro titulado "Abrazos lentos" de Elísabet Benavent, que me ha fascinado e ilusionado y porque entiendo que es así, nos enamoramos de la belleza, de la naturaleza pero sobre todo de las palabras, y según que palabras hay un sentimiento u otro, son un misterio, engrandecen nuestra mente, nuestro corazón, nos alegran la vida, nos llenan el alma, en realidad la autora nos dice tanta verdad en el mismo que tanto los abrazos como las palabras son como susurros suaves que nos hacen sentir bien, mas fuertes y valientes, además buscamos las palabras que más nos gustan y que no nos duelan, que nos lleguen, que nos hagan avanzar, que nos acaricien, son compañía, como personas que están contigo, atentas y amigas, cordiales, son reciprocidad, abrazos lentos.


"Tengo un idilio con las palabras. Es una historia de amor larga, fiable, bonita y sana. Las palabras son, probablemente lo más preciado que poseo, despues del amor a mi gente...las palabras siempre me han salvado...porque escribiendo mastico lo que me pasa, porque escribiendo imagino realidades lejanas, porque escribiendo me analizo y me entiendo. Me mido, me abrazo, me calmo. Las palabras son, para mi, un salvavidas, un modo de vivir, un puñado de abrazos lentos.

Las palabras, además, siempre han sido para mí un billete que invita a viajar a cualquier realidad imaginable...las palabras no tienen dueño, y, por eso, pueden ser utilizadas en vano, siempre y cuando no se lancen contra el pecho de nadie...Las palabras nos reconfortan. Las palabras nos unen. Las palabras son abrazos. Y aquí van los míos: un recopilatorio de lo sentido, imaginado, vivido y trabajado en los ultimos años"


La autora en este texto nos dice tantas verdades que emociona, da ese punto de encuentro con todo lo que queremos sentir, rodearnos de buenas palabras, igual que de verdades, de buenas acciones, de bonitas vivencias.

Elísabet Benavent es una escritora contemporánea, conocida en las redes como Beta coqueta, escribe desde siempre, sabe que se lo inculcó su hermana, y que le surge como una necesidad, se siente así cercana a la gente. Desde el año 2017 comparte textos, reflexiones, esbozos, historias por las redes sociales y no considera que esto sea de su vida privada sino que es vida y que las palabras nos unen, que es muy dificil de explicar esto, que pasa lo mismo que con las canciones y es así, con las letras que a veces explican lo que es complicado y dificil de expresar, y que al escucharlas como al leer textos como estos y al igual que explica la autora encuentras y sigues encontrando esa pasión por escribir. Para ella las palabras son un refugio, un punto de encuentro, algo que reconforta, que proporciona placer y sentido a su vida, y une las palabras al amor, a lo que siente, a los valores de amor, humildad, de honestidad, de sinceridad y con ellas nos abraza por eso titula el libro "los abrazos lentos" por que nos van llegando poco a poco a través de las palabras.


Se siente así con las palabras y amplia que con ellas se conquistan besos y abrazos, y quizás cuando más se escribe es de noche, en esos momentos de silencio que te puedes llenar de ellas, son como los sueños, los placeres que parece que solo son para fuertes y valientes.


Me llamó la atención todo el libro pero ya ese comenzar del prólogo lo dice todo, engancha, te llena de pasión, sientes esa conexión y coincidencia con todo lo que dice, con lo que nos gusta y con lo que no nos gusta, en realidad nos gustan las palabras sencillas, sinceras, emocionales, alegres, que nos hacen disfrutar. Y nos dice la autora que el odio es algo que no gusta, es una adversión hacía algo, provoca rechazo, y me llamó mucho la atención porque creo que todos podemos estar de acuerdo en lo que nos gusta y en lo que no nos gusta, a unos más seguramente y a otros menos, pero nos puede gustar la vida familiar, el trabajo, viajar y nos puede no gustar no cumplir las expectativas, que los planes nos salgan mal, que nos hagan estar y sentir incómodos, y sobre todo que lo haga gente que aprecias, que quieres o que admiras y tener con ellos que fingir estar bien o cómoda sin estarlo, y que te dejen plantada, o con la palabra en la boca sin escucharte realmente, o que mientan o los abrazos falsos. Lo que significa que te gusta la gente de verdad, esas personas que te ayudan a empezar cada día una nueva versión de tí misma y que son maravillosas, que se mantienen a tu lado y te dejan ser, que hacen posible que tu mochila esté llena de emociones, de ilusiones y de alegrías todo el día.

Y habla de que somos imperfectas y que en lo que somos está la clave, en lo que deseamos, con pereza, siempre coquetas, contradictorias y sinceras, y sin castigarnos por ello sino proporcionándonos la pomada del amor propio, que nos anima a seguir hacía adelante, a avanzar y a saber gestionar lo que queremos, que no le importa nuestras debilidades sino que nos anima y da tregua, a querernos y a no permitir sobre todo que nos hagan daño, por eso no se puede regalar tiempo ni energía ni cariño a quién nos trata mal o no responde.


Las palabras y los libros también nos hacen superar los recuerdos, las nostalgias, las morriñas, lo que echamos de menos y nos hacen sentir que la vida continua, y en realidad la gente que se mantiene a tu lado y te quiere, que son de verdad, que ven tus defectos y que no por ello tienes que pedir perdón como no lo vas a pedir por ser como eres, tener la cara que tienes ni el cuerpo que tienes, venimos al mundo así y tenemos que aguantarnos, soportarnos y querernos a nosotros mismos, y hay que además ser agradecidos. Y es así, hemos trabajado duro, madrugado mucho, muchos cafés y pocas horas de sueño para poder cumplir los sueños y sentirte bien, y eso es lo que es el placer, sentirte así, agusto, sentir esas emociones intensas y además de disfrutarlas saber canalizarlas, superarlas sin venirte tan arriba. En realidad te ayudan a superar también las expectativas.

Con sus palabras se va diciendo a ella misma todo lo que le gusta y lo que no le gusta y hace un trato consigo misma, como el de no torturarse por tonterias ni perder el tiempo por las mismas, sino que hay que mirarse siempre de otra manera, aceptar y asumir lo que hay para poder hacer lo que hay que hacer.


Me lleva el texto a cuando dices adios a gente querida y me lleva a la escuela, cuando ves que has estado luchando por tantas cosas y no es fácil decir adios, irte pero nos dice que en realidad cuando sucede ya te habias ido mucho antes, ya llevabas tiempo pensando esto, ya habias cambiado, ya no eras la persona que habia vivido los mejores momentos, ya te habias encontrado con los peores y no querias seguir, te habias sentido y pasado mal, ya habias decidido irte, quizás no te lo pusieron tan fácil, en cambio cuando te fuiste lo habias logrado, y con esto comprendes que solo por eso valió la pena, ya habias entendido las cosas importantes y por eso realmente te fuiste. Que bonitos estos pensamientos la verdad, salir sin heridas sino ya cicatrizadas y como realmente has querido. Esto significa llevarse amor tanto de los tuyos como de la profesión, abrazos lentos, si para unos querer significa que no te vayas para otros amar significa irse, esa lucha y sentir que se gana.

Y es así todo el libro, lleno de felicidad, de sentimientos dulces, de sueños, deseos, placeres, encuentros y abrazos consigo misma y con los demás, de sacar lo peor y lo mejor de ella misma, de conocerse y aprender lo que es la vida y vivirla bien, de sentirse libre y dejar crecer las alas a las que a veces tienes miedo.


Hay en las palabras también el árbol genealógico, que están allí dormidas y de repente resucitan, y así sucede en la escuela, tenías las raíces ahí, esa magia de sentirte bien, de estar bien, en contacto con todos, y de poder compartir esa raíz con amor, de sentir que no necesitas un yo mejor que tú, porque te vé...y así todo está bien. Arrojan esta luz las palabras, de poder también elaborar la historia y contarla, de ser capaces de llegar gracias a ellas a la profundidad, de valorar y adentrarse en la sabiduría, de renovarse y dar fuerza para poder seguir recorriendo el camino con alegria, optimismo y esperanza.

Nos demuestra la autora que siempre se pueden alcanzar los sueños, y enfrentarse a los miedos con solo decir quien eres y lo que te gusta y que en las relaciones amor-odio hay algo tóxico pero que hay que enfrentarse a ello para transformarlo y así funcionar como nos merecemos, porque somos parte del otro también, sucede con el árbol que somos parte de nuestros padres y ancestros, abuelos, bisabuelos...familia y que las heridas a veces encallan para no disgustar al otro y por eso duelen pero entender esto ya es fundamental para no sentir dolor.


Para finalizar os dejo una frase que me ha gustado mucho y que aparece en el libro y desearos hoy "dia de los abrazos

" UN FELIZ DÍA PARA TODOS"


"Me gusta que la gente a la que quiero se acuerde de mí en un viaje y recoja una piedra por la calle para dármela al regresar; las pequeñas rutinas y sobre todo saltármelas...Soy de las que se ponen tristes de vez en cuando sin saber el porqué, que llevan la aplicación de notas del móvil llena de pensamientos, que escriben cosas que nunca dirán, y que dicen otras que nunca, jamás, escribirán. Soy, como todo el mundo, mis luces y mis sombras"



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