El cuento de nunca acabar

"El cuento de nunca acabar" es una frase popular que nos dice que para comprender un problema, una circunstancia que se repite y se repite constantemente que hay que trabajar en ella una y otra vez y que se deja por agotamiento o cansancio como una historia interminable que parece que no tiene solución. Que no se acaba por voluntad propia sino por razones especiales que pueden parecer raras, extrañas y que causan malestar y que nunca van a dejar de suceder.

"El cuento de nunca acabar" puede tratarse de cuestiones de interés que hay que celebrar para lograr mejoras, mas recursos y mas soluciones, es el caso de los días internacionales, nacionales que siempre se van estando comprendiendo problemas, actualizándose día a día con el fin de mejorar situaciones importantes como las de ahora que se celebraron los 16 días de activismo, los derechos humanos, que año tras año se pone un lema y se buscan mejoras para los problemas mundiales, de la vida cotidiana, lo esencial del día a día que es el tema de este año. 

"El cuento de nunca acabar" es a la vez el título que puso Carmen Martín Gaite a uno de sus libros y que viene muy bien este mes que se conmemora el centenario de su nacimiento y los días de activismo. Fue una mujer inspirada, que brillaba con luz propia y que con sus escritos quería construir paz, sabiduría, conocimiento, tenía ese pensamiento crítico que la permitía actuar con libertad y con autonomía. Buscaba en sus libros la justicia, los buenos valores, apreciaba la belleza y lo hacía con una curiosidad que permitia aclarar dudas, solucionar problemas y miedos. 

Carmen Martín Gaite fue Premio Nacional de Literatura y Premio Princesa de Asturias de las Letras y ya nos hacía saber en el discurso con motivo del premio que leyó muchos cuentos en la infancia y que en ellos "el príncipe es un ser humano como los demás de la fábula, con sus contradicciones, esperanzas, miedos, ansioso de ver y de aprender cosas nuevas, y que en muchos tramos del relato siente como un disfraz incómodo el manto de terciopelo con el que el destino le carga" y que la vida real es como los cuentos, hay esta conexión entre ficción y experiencia humana. 

Nos explicaba como en "el cuento de nunca acabar" que lo cuentos no solo proporcionan placer sino que a través de ellos se enseña a hacerse preguntas sobre los problemas que se presentan a lo largo de la vida y de la conversión en adultos. Que los cuentos allanan el camino porque todo en la vida es como en los cuentos con muchas enseñanzas y moralejas. 

Carmen Martín Gaite era una mujer que tenia fe en los cuentos porque tenia fe en la palabra y en el pensamiento. Nos dejo un gran legado de cuentos donde trata el sufrimiento humano en una sociedad que es hostil y donde se está obligado a insertarse. Comenta que el sufrimiento siempre es mayor en las mujeres porque hay un malestar indefinible y profundo que se crea por los lazos afectivos de amor y la búsqueda de identidad con la necesidad de ser apreciadas por los demas y por si mismas.

El libro "Cuentos completos" pensó en titularlo "Cuentos de mujeres", porque en sus temas aparecen siempre mujeres y muchas son desvalidas, resignadas, a veces pueden parecer ofensivas, tener ese tipo de voz, de fuerza, de agresividad, de lo que es su reivindicación de la condición de mujer que es igualmente un condicionante. Ya nos llevaba en sus obras a todo lo emocional y psicológico, a la "cultura de la verguenza", y que se entiende que se encuentre ese placer por escribir, por la imaginación, por las fantasias, por conservar el equilibrio al filo entre la conciencia individual y la colectiva, la memoria de las dos conciencias, de los recuerdos, que todo esto es ajeno a lo que otros piensen como somos, eramos, o como fuimos, que guste o no forma parte de la intimidad femenina, de las vivencias, las experiencias, de los obstáculos que experimenta cada mujer.

Nos da diferentes conceptos de escribir. Relacionaba escribir con la fe, con la palabra y que todo consiste en recuperar la fe, en revivirla. Escribir es un aprendizaje que nunca se cierra, es un camino, una inversión lenta, una aventura solitaria emprendida con entusiasmo,"quien tiene pasión por la palabra y esta abierto a ella recibe un acicate que le puede tentar a escribir y que se escribe para lanzar nuevas preguntas, para entender mejor, para distanciarse de la realidad, mirarla como un espectador y convencerse de que nada es lo que parece y porque cree que lo que va a decir nadie lo ha dicho".  

"El cuento de nunca acabar" es el diario de la escritora, un cuaderno de todo, donde nos dice en el prólogo Jose María Guelbenzu que se dirige a los primeros lectores, a los infantiles, al primer lector, al escolar, al lector ingenuo, y que se resiste, que en sí será el padre del que será buen lector, por que el primer lector ante las adversidades rehusa del esfuerzo, no siempre tiene ganas de leer, pero si se hace con gracia y se tienen cosas que contar y como lo hace Carmen Martín Gaite ¿Que le impide entrar en su mundo?. Mezcla teoria y práctica, como la vida misma, tiene teoría llena de anécdotas con muchos ejemplos, enunciados claros, y que nos dice su manera y forma de ver las cosas. Utiliza así una regla de oro que llama "la sugerencia" porque invita al leer a usar la imaginación, a inspirarse y a la vez a convertirse en un recreador. Esto hace que al lector le guste, lea y convierta a la autora en una artista, que sus libros se lean como un cuento, con esas insinuaciones y miradas que nos ofrece ver las cosas a su forma, y entender como la artista que va mas allá y que ve lo que los demás no ven, los límites y las barreras. Se establece este tipo de pacto con el lector, con la persona que lee, es como una ayuda, un apoyo que le hace, y que consigue que se meta en este mundo de la literatura y de la imaginación, es así "el cuento de nunca acabar", me lleva de nuevo a la escuela, a la metodologia en el aprendizaje de la lectura y al proyecto lector que nos enseña cantidad de valores acerca de la vida cotidiana, y donde realmente se resalta el valor de las anécdotas, porque la persona nos esta invitando, nos deja entrar en su mundo, es esto muy grande e interesante, porque ya nos está dejando interactuar, relacionarnos, nos está permitiendo no solo leer sino crear, imaginar, expresarnos, además de hacernos ya un camino muy entretenido, que disfrutemos de él, sepamos contemplar su belleza, de alguna manera nos lleva a la persona, a la escuela y a la vida, a lo humano muy humano, a la inocencia, a saber leer y comprender, y a hacer el camino disfrutando de la vida cotidiana, que es una labor muy importante el saber hacer esto.

El cuento de nunca acabar es un proyecto inconcluso, es un cuaderno de viaje que acompañó a Carmen Martín Gaite durante su vida, ya como artista, como trance de exaltación amorosa, como compenetración amistosa y pacífica, como conflicto y escritora, la cosa es que siempre lo llevaba a cuestas formando parte de ella misma siendo una forma de andar por el mundo, con el libro a cuestas, que puede parecer muy desesperante para la persona impaciente pero que es la única forma de llegar a la meta. Y es este quizás un cansancio y un malestar feliz porque proporciona la conciencia de las cosas bien hechas y el saber acumulado. 

El cuento de nunca acabar es hacer la vida y el camino de una forma mucho más placentera e ir solucionando las problemáticas bien, con ganas, y teniendo mucho más claras las cosas. Y yo lo entiendo así, que la vida es como el cuento de nunca acabar, siempre recopilando información, leyendo y escribiendo, recogiendo ideas en los cuadernos y que de alguna manera tenemos que retomar porque son informaciones que a nosotros nos parecen importantes de un proyecto que en realidad nunca se acaba, que siempre hay muchas cosas que hacer en la vida cotidiana y que lo sientes así como un proyecto inacabado ya sea en casa con los hijos, en la escuela con el alumnado, porque en realidad profundizas mucho, reflexionas, lo anotas, como nos dice Carmen Martín Gaite, son muchos años de trabajo, de recogida de información y que de alguna manera la autora lo plasma en los cuadernos y les da salida en el cuento, en realidad es esta la historia de amor de la autora, su relación con el saber, con la lectura, con la responsabilidad de contar lo que sabe de la única manera que la dejan y que puede, es una forma a la vez de ir ordenando el pensamiento, y que entiendo perfectamente.  

Esto que ella anotaba y otros temas que apuntaba son documentos de los que se nutre "el cuento de nunca acabar" y que me parece muy significativo, nos dan un punto de vista novedoso sobre muchos aspectos de la vida cotidiana y que nos resultan familiares porque forman parte de la cultura. Hay un fragmento al principio del cuento que nos dice que le hacía mucha gracia lo que se dice, el tono que se utiliza, la forma de decirlo, que te vas dando cuenta como son las personas, y vas observando esto y que proporciona mucho material, escribir estas observaciones, le comentaba a su hermana refiriéndose a algunas señoras _ eran casi siempre señoras- introducían en la narración un "y entonces me dijo ella", la voz que recitaba a continuación el texto escuchado no solamente se volvía ahuecada y fingida, como en una representación teatral, sino que solía adquirir un rintintín airado para subrayar el tono cruel o de mala crianza que en general se atribuía a las frases pronunciadas por la persona sustituída, mientras que los "y yo le dije" eran casi indefectiblemente precursores de mansas y pacientes razones acompañadas de angelical cuando no martirizada sonrisa". Que al leer muchas anotaciones así ya no se quiere ser señora, porque además lo ve como una ofensa, una falta de respeto, que es una forma de provocar,  la frase "el tono cruel o de mala crianza", que son cuestiones todas de la dimensión afectiva, cuando entre las aspiraciones al hacer el camino bien te ponen obstáculos se enfatizan de alguna manera los sentimientos y te haces no señora, esa voz reivindicativa que como decía más arriba es de la condición femenina, que no hacerlo es ser falsa, máscara, un fingimiento. A la vez el tono que se usa es muy importante, el timbre de la voz, que el tono a veces resulta tan molesto que ya no se procesa la información, no se escucha, y no se quiere interactuar ni con esa voz cruel y agresiva que se impone, a la vez ni con la voz angelical, suave, dulce que parece falsa y no de la vida real, ficticia, mas como una obra de teatro, ninguna parece de un tono real y equilibrado. La voz y la calidad, aprender a hablar, a comunicarse tiene que ver con la voz. Una voz monótona es aburrimiento, un tono cruel es falta de respeto, muy angelical parece una tomadura de pelo, algo irónico en los dos casos que demuestra falta de respeto. Lo que significa que aún siendo cada uno como es y sobre todo en la escuela hay que prestar atención a la voz, trabajar factores que te puedan o puedan molestar emocionalmente, a la vez cuidarla para que no resulte molesta o trabajar el acostumbrarse a todo, incluso los que mastican y hablan con la boca llena, que hay que aprender hablar. La voz, la postura, el lenguaje corporal, profundizar en estos detalles para mejorar, que el postureo, el tono dice mucho de la persona y se puede procesar o no la información, y que tiene efectos en la comunicación y en el interactuar. Por otra parte se puede ser positivo y optimista cruel, con esa malicia, que te ries de lo negativo de las personas, y que en vez de ayudar es como una provocación, que todo es como en el arte, desarrollar habilidades artísiticas, a la vez hay ejercicios físicos de calentamiento bucal, de respiración, etc. En frealidad los tonos dicen mucho de la persona, tampoco vamos a sobreanalizarlo todo, hay gente a la que le encanta provocar, y que en realidad tiene mucho sentido del humor y enfrenta la vida de otra manera.

Para estas fiestas me gustaría recomendar un cuento infantil que editó este año la editorial Agalir " Existió una vez...Jack el Babuino" escrito por Agurtzane Estrada y que es el primer número que forma parte de una colección y que aunque lo llama cuento no son cuentos son historias que como en el caso del cuento de nunca acabar han sucedido de verdad y que la autora comparte con nosotros, nos cuenta en este número la historia de Jack el Babuino,  que nos dice que siempre se pueden conseguir grandes cosas cuando enfrentas la vida de otra forma porque en la vida te encuentras grandes amigos, seres extraordinarios y que te ayudan a llevar el día a día. La dedicatora es muy bonita, dice que la realidad siempre supera a la ficción y mantenerla viva nos ayuda a luchar, a comprender, valorar y valorarnos. 

Para finalizar comentar por una parte que como propósito del próximo año me gustaria emprender la tarea de retomar mis escritos y cuadernos de la etapa de la escuela y de la vida, de los viajes realizados, comprometerme a sacar los cuadernos, que en sí ya este año ordené por fechas y hacer con ellos como en el cuento de nunca acabar artículos de opinión y plasmar en el blog las experiencias y actividades realizadas y ver así el avance y las mejoras en los tiempos vividos. Por otra que me gustó mucho encontrame con el libro del "cuento de nunca acabar" y con la autora, que nos deja un gran legado y que nos transmite muchos valores, me lleva al pensamiento de las personas, que como bien nos dice las recordamos por las palabras que nos han dicho, las historias que nos han contado, como nos han contado las cosas, nos han hecho sentir, la esencia y las motivaciones que han hecho que nos alimentáramos con otros libros, otros cuentos, otros pensamientos, y que este es el expediente que nos queda de ellas, el recuerdo en la memoria, lo que perdura en el tiempo de esa relación que tuvimos con ellas. Que los cuentos son mas que relatos, que historias como las de Jack Babuino hacen que por su educación, respeto, actitud, motivación la vida mucho más sencilla y mejor vivida.