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Foto del escritorMaite García

El que sueña, sabe

Actualizado: 8 feb



A veces encuentras la solución de lo que buscas en palabras de otro, esa explicación, ese gesto, esa idea, la forma en cómo nos lo dijo y haces esa lectura, adquieres una comprensión en ese momento determinado. 


A mí me sucede muchas veces esto, ya me pasó con muchos libros, y me ha pasado ahora mismo con este "el que sueña, sabe", y ya disfrutas, porque te parece perfecto, lo que necesitabas en ese momento, indicado para leer, ya sabes que te va a dar respuestas. 


A la vez te das cuenta que implicarte en todo esto es un proceso que requiere mucha comprensión, positividad, comprender la realidad, y las relaciones, y entiendes aquí todo lo que significa el conflicto de intereses, y sigues intentando así todo hacerlo bien, cumplir, ver lo que hay de aceptable en todo esto. 


Este proceso es así, es bastante condicionante todo ello, los límites de lo aceptable, de lo necesario, de lo válido. Ves que las soluciones son sencillas, mucho menos complicadas de lo que pensabas, si no las ves factibles dudas, ya no estás segura, hay un desacuerdo, y ya no lo llevas a cabo. 


Con el paso del tiempo comprendes lo frustrante, los sentimientos negativos, de desencanto, es aquí donde te sientes mal, ves el malestar, y entonces te das cuenta que se trata de un mal sueño real, y no quieres soñar, ni tener ilusiones, ni estudiar, piensas que enredarse así con el saber, con el conocimiento, intentando mejorar lo existente y mejorar tú, transformar todo esto de un mundo más justo, más libre, más emancipativo desde ti misma requiere mucha reflexión e investigación, mucho tiempo y siempre es igual, es todo un proceso, lleva mucho esfuerzo, y no te quieres inquietar ni desordenar ni perturbar porque genera desgaste. agotamiento emocional. 


La docencia tiene esto, como la familia, son trabajos donde se da mucho, hay mucha responsabilidad, quedamos siempre en segundo plano porque el otro, la tarea, la exigencia es más importante. Sientes a la vez muchas satisfacciones, pero hay una entrega emocional grande a la que hay que aprender a poner límites y en términos de salud, en todas sus lecturas, y saber ver la ética de la realidad, tener ese encuentro con una misma, y saber levantar la mirada y actuar, aprender a generarse una misma energía, motivarse, ilusionarse, quitarse miedos y como nos dice el autor a soñar porque "el que sueña, sabe" así de sencillo, que propuesta más bonita nos hace, no es una veleidad, y puede ser validada como un método riguroso. 


Iker Urdangarin nació en San Sebastián, el mismo día que yo, un 7 de junio veinte años más tarde, ya es una paradoja esto, una coincidencia, celebramos el mismo día el cumpleaños, es un coetáneo al que le gusta saber del mundo interior, de lo profundo y además escribir, hacer deporte, el mar y el arte. Para el autor el libro es una herramienta para conocerse, para saber mucho más del mundo interior, es una solución que aporta a todos aquellos que la necesiten y con la que a él le hubiera gustado contar desde su infancia, y así poder plasmar todos sus sueños y no sólo los que se hacen dormidos sino despiertos y del tiempo vivido, el de la experiencia. 


Le gustaría haber podido contar con este material y tenerlo todo registrado, esto le llevaría a mucho más saber y conocimiento, a mejores vivencias, a muchas más soluciones e ilusiones, a aprender a conocerse, a discernir mejor y a poder no sólo dialogar consigo mismo, sino a saber lo que está sucediendo en ese momento y sino lo sabes a poder ir atrás y ver lo que tienes registrado y darte cuenta de lo vivido, ir así viendo las etapas, las secuencias e interpretarlas.


El libro comienza con un primer diario de sueños, dónde se describe a dos profesores, uno más querido que otro, y es así realmente, los sentimientos hacía los docentes siempre son distintos, cada uno llega de una manera distinta, y según las formas sabe que los hay más humanos y emotivos, más simpáticos y alegres y que según el momento y su vida pueden estar al cien por cien y darlo todo o no, cuando lo están disfrutan de una manera y cuando no lo están de otra, de una u de otra forma sorprenden los métodos y los buenos resultados.

Vemos que con los tiempos se ha ido a mejor en este sentido, que es válido esto, ves dónde está la verdad, que no es que cada uno se mire solo su ombligo que está la realidad, la vida de cada uno a lo que acompaña la investigación, todo lo educativo y el proceso comprensivo para la transformación.


El autor nos hace una apuesta clara, y nos afirma que "el que sueña, sabe", por una parte está lo que hace el docente, y se sabe de la responsabilidad y de las buenas prácticas, los buenos avances, por otra lo que transmite y llega al alumnado. Sabemos que los sueños fueron objeto de estudio científico por psicoanalistas como Freud, que con su interpretación sabía decirnos lo que expresaban del mundo subconsciente, del cumplimiento de los deseos, registrarlos es conocerlos, podemos hacerlo con los sueños reales también, escribirlos, ver lo soñado y lo deseado, lo que uno quiere en la vida real y lo experimentado a lo largo del tiempo y las ilusiones, conjugar esto, saber de aquello que soñábamos, queríamos, o pensábamos, y poder reaccionar ante lo mismo. 


Muchas teorías se formaron con sueños, "muchos sabios han estudiado los sueños y nos han ayudado a comprenderlos un poco más. La ciencia ha tratado de analizar sus procesos, su origen y sus causas, pero aún hoy en día son un GRAN MISTERIO", que bien esa mirada de lo desconocido, esta frase y reflexión, lo lleva también a la salud, a lo que no sabemos de nosotros y que está en nuestro subconsciente.


Tiene esta preocupación el autor, lo que puede generar conflicto e intentar saber de su existencia y que nos lo hace llegar a través de la figura del maestro, es un agradecimiento grande el que da aquí el autor a los docentes y a la docencia como representantes del saber, el tener en cuenta los sueños del alumnado y los propios porque "el que sueña sabe", anotar los sueños, registrarlos, es vivir una parte importante de nuestra vida. 


"Dejar de soñar o no acordarnos de los sueños es como si siempre estuviéramos dando clases y no pudiéramos salir al recreo", fantástica esta frase, no todos los docentes salen al recreo, ni participan de esos momentos con el alumnado que equipara aquí con el sueño y el disfrute, ni paran en esos momentos que pueden ser de pausa, de desconexión, al igual el alumnado, no siempre tienen ese descanso, ese placer de saber lo que quieren, les gusta, desean hacer o simplemente esa pausa de tomarse un tentempié. Los recreos, las pausas son muy necesarias, además de interactuar, jugar libremente, relacionarse, conocerse mejor e ir discerniendo donde están los intereses y los conflictos, además de fortalecer mucho más la supervisión, hay aquí esa reflexión de ese lugar para descansar, de salud, cuidado, juego, de acciones, encuentros y desencuentros, de malentendidos y conflictos, ver aquí la connotación negativa y porqué surge en todo esto.


Me gusta mucho que el libro me haya llevado a "la connotación negativa" y poder reflexionar sobre la misma, lo que puede dar pie a malentendidos. Me lleva el tema al festival de esta semana del Benidorm Fest dónde se eligió la canción que lleva España a Eurovisión de Nebulosa "Zorra" con un título que parece fuerte y negativo. 


La zorra es el nombre de un animal, como algo bueno, astuto, inteligente y hábil, de la naturaleza, a la vez no es algo amigable, hoy en día es muy difícil el ser amigo en los ambientes laborales, a la vez hay en la canción esa reivindicación de transformar esta palabra, hay un análisis y una reacción que seguramente se quiere que la palabra "zorra" deje de ser una ofensa, ver esa negación que es fundamental, saber lo que se calla, oculta, oscurece.


La letra de la canción me lleva al pensamiento que saber negar es fundamental, cuando se dice no, o se quiere hacer algo y te dicen no, lo difícil que es aceptar esto, y los desencuentros que provoca, lo que se asume y se vive de forma gratuita, te encuentras con muchas encrucijadas que hay que darles buenas salidas, ver esa connotación negativa, y saber actuar en el momento o transformar el mensaje, la situación, vencer miedos y saber aclarar momentos, que importante ver esto y los intereses de cada uno y saber pensar en uno mismo y discernir, saber ver que la ciencia, lo profundo es muy impactante y así de repente saber actuar parece complicado y no lo es. 


Es fundamental ver lo voluntario y lo involuntario, lo que es real y lo que no lo es, lo que se hace explícito sin contemplar razones, lo que limita y se afirma sin más, lo que es susceptible de interpretar, de descifrar formas de actuar, parece muy existencial y que tener este conocimiento es perturbador y que se prefiere no tenerlo, en cambio es básico dar ahí una buena solución y respuesta, válida y rigurosa, que obliga a la profundidad, a ver las lecturas de una forma rápida y luego se requiere normalidad y poder desconectar con todo. 


Hay ese instinto en la vida también animal de no querer reconocer lo bueno, lo válido, ver aquí lo tóxico social y saber decir, ver lo del conjunto y saber entresacar, exponer de forma que se entienda, cuando no se quiere reconocer lo bueno y se denigra a cualquier ser humano, tras lo educativo también hay esto, lo que no se ve, lo oculto, esos ambientes que son de luz, muy corteses pero que en realidad si en vez de encender apagan tu luz te llevan a ser triste, lo puedes equiparar también a lo educativo en la familia, la lucha de las generaciones, a cuando remueves los principios, y gritas por dentro, cuando quieres rechazar contextos y que esto todo sea cuestión de tiempo.


Hoy en día se sabe mucho más de todo, de educación, de salud, y a la vez al ver lo tóxico de enfermedades, que parece que hay enfermedades que se inventan, y que se ha mejorado mucho todo gracias a la ciencia, por otra parte se van barajando los conflictos de intereses y lo que lleva a querer verse sano y no enfermo, a poder seguir y tener esa crítica que también nos atañe.


Nos ayuda el autor con su libro a estas reflexiones, sabe engrandecer a las personas y a los docentes. El libro es un cuento que habla de esa luz de las luciérnagas, de esas situaciones especiales que también se tienen y de lo que significa la negación, cuando no das esa libertad porque piensas que no se puede, que no se es capaz, que no quieres hacerlo, y en cambio sabes hacerlo, puedes cumplir la negación, cuántas veces hemos cumplido la negación, y es la negación la que marca la vida.


Me gusta a la vez pensar que la profesión ha cambiado mucho y que se contempla ahora todo esto, y no  es bajar el nivel ni la capacidad, sino todo lo contrario, es abrir mentes para saber ver esto, ver que hay un abanico de saberes, de oportunidades y lo que parece indecente, inhumano, tener conductas groseras es algo que se crea, que se genera y que lleva a que la vida funcione de una manera y hay que conocer esto porque afecta a la forma de vida de cada uno y cada uno se tiene que tratar de poner a salvo cuando le dicen no, o zorra como dice la canción, o piensan que no puedes, o no confían en ti, o te insultan, parecen pequeños conflictos, tonterías, pero no lo son, son cuestionamientos y grandes conflictos que hay que resolver, es dar importancia a todo esto, quizás es conveniente que cada alumno tenga un libro así y cada docente, cada ser humano y además de anotar sus sueños anote sus negaciones, y ver ese problema, esa tristeza porque está en uno. Un no apaga una alegría, y afecta a la salud y queda reducido a asuntos personales que no lo son, a la vez requiere un aprendizaje, un darle salida y que no quede anclado. 


Ver que el estatus profesional también se genera por esto, en cambio hay unas leyes, unas funciones, cuando se niega hay que conocer los porqués, somos compañeros, maestros, profesores, docentes pero tenemos unas tareas que cumplir, aquí como las parejas con niños, las tareas, y hay tareas que no son las de un amigo, hay unos criterios impositivos, una tarea que cumplir, ver lo que parece cívico e incívico y que muchos noes pueden ser cuestionamientos filosóficos, religiosos, políticos, criterios distintos, y que aquí no siempre se está en igualdad ni se contempla lo idóneo, enfrentarte a esto es difícil, está la duda de los límites. 


Cada uno tiene su forma de hacer, y lo que parece un límite para ti para otro no lo es, y reconocer esa solución sencilla y aplicarla, es como la frase de que cada maestrillo tiene su librillo, lo que significa que el que sabe, el que enseña, el que estudia es digamos un consumidor de ciencia, de formas, aplicaciones y técnicas, de moda, de estilo, y como ciencia los libros hay que tenerlos registrados.


Luego está la historia de cada uno, tu vida en el centro de todo, ese tesoro que tienes guardado en ti, esa condición humana, es algo poético y metafórico, un placer y una estética envuelta en un áurea, tu propio sueño, y tienes que aprender a poner distancia entre tú y tus experiencias, ver la realidad, centrarte en ella, instalarte desde fuera en lo vital, y emocionalmente trabajar esto, hay que adaptar esa triple posición, vivir como cuerpo, como ser que eres, como organismo vivo, que nace, se alimenta, crece, se reproduce, y a la vez vivir lo interno, como alma, lo que parece que es una fantasía, pero que en realidad nos dicen los expertos que en toda Europa se va a cantar "zorra" como una fantasía porque representa lo que eres, y además eres un observador que está fuera del cuerpo, que miras y observas, que te distancias y lo haces de forma crítica, de nuevo teniendo en cuenta distintas connotaciones.


De alguna manera hay esa lucha, la esencia y las realizaciones, esa lucha por todo y que a la vez haya salud, fortaleza, armonía, sabiduría. Al igual que la canción la vida descoloca y desordena, perturba, lo que transciende por querer ser libre, experimentar esa libertad, que estamos desde abajo muy obligados a pedir permiso, a dar las gracias, a esa gratitud y a la vez se quieren anular los estigmas, lo que daña y tener buena salud mental y física. Saber lo que se quiere, se busca, conocerse a la vez puede implicar contemplar esa connotación negativa. Y que bonita la canción y que se reivindique ese permiso y que no lo veas como una ofensa, hay que prepararse también para esto, y la escuela tiene ahí mucho que hacer, es una posición delicada, además hacer esto sin ser tratados de trepas, oportunistas, sin reconocer el curriculum, situarte en esas tres posiciones de cuerpo, alma y observación y sacar una cuarta, la salud, tanto por dentro como por fuera, y saber tener estas herramientas que son valiosas es mejorar mucho la calidad, manejar el conflicto, las conversaciones distintas, las palabras, que no te perturben las palabras ni las coincidencias, ni la confrontación, en realidad todo es un problema de relaciones, de interactuar, de ser más asertivos, de que no nos molesten, a la vez hay que saber conjugar esto, bailar esto como dice el bolero de los dos extraños, porque somos extraños unos para otros, y no confiamos, ni nos abrimos tanto de forma transparente, vemos lo estratégico, lo crucial, las emociones fuertes, el desacuerdo, lo que es el interés propio y cuando no dejan ejercer los derechos. 


Es una suerte por una parte la familia, la docencia, por otra es como un entrenamiento, un ejercicio aprendido, de saber hacer, apasionado, y de poder seguir yendo más allá, llegar a la otra orilla. Creo que hay que ser profesional pero a la vez convertirte en profesional, y ves aquí que el dinero, lo económico es algo simbólico, y lo que tu estás dispuesta a hacer por el mismo, sí quieres seguir fortaleciendo esa supervisión o no porque cuestionar lo que ocurre es muy difícil y lleva mucho tiempo y se hace de forma gratuita y como un grito y un canto a la libertad, como una reivindicación que genera malestar, y que hay que saber superar.


Tiene la enseñanza pues esa forma tradicional y de disciplina, esa sabiduría y esa vanguardia de tener que ir hacía más, explorar límites y mejorar esto, tiene esa parte de sentimientos encontrados, de tensiones y estrés que pueden emocionarte y a la vez frustrarte, de estrés bueno y malo, y así las familias, las casas con la educación de los hijos, hay esa luz y esa oscuridad. vale la pena las alternativas siendo conscientes de cual usar y de porque hay que "sentir respeto por el ser humano que tenemos enfrente" y crear un buen clima de bienestar.


Para finalizar dar las gracias de nuevo al autor por tan extraordinario libro y comentar que la portada me ha encantado, la contraportada, la solapa. el lomo y lo guardado dentro, que hay esas cuatro partes de las que hablo, del cuerpo, de la salud, de la palabra, de lo que se observa con el ojo que todo lo ve y del alma que son todas las caras que aparecen con pinturas difuminadas de rosas, amarillos y azules, además del titulo y el nombre del autor viene su biografía, y decir que como siempre la Editorial "Agalir Ediciones, sentimientos de cristal" se esmera mucho en los formatos, hace ese trabajo de interacción entre el libro, el autor, la editorial, esa contribución que a mi me gusta, me parece fundamental, es como solucionar conflictos y llegar a más, avanzar, es una evidencia como que tiene grandes planes para el autor y para ellos mismos, y me gusta mucho, como los docentes en la escuela, para el alumnado, para cada uno de los nuestros, para nuestra familia, es como conocer lo desconocido, y lo que no se ve, lo que no es tangible y hace que el mundo siga, y sea distinto, mejore. 


El libro está publicado en castellano y en euskera, muy útil para cualquier persona, es una herramienta que sabe llegar a todos y especialmente muy válido para los docentes y el alumnado, para que todos y cada uno lleven a cabo sus sueños, se conozcan, se liberen de sus conflictos, trabajen mejor y avancen en sus experiencias y conocimientos, en los discursos, el sentimentalismo y lo emocional porque todo va unido. Entiendo que esto fue lo que motivó al autor a hacer este libro del que le hubiera gustado disponer cuando era niño, adolescente y que nos hace llegar ahora, nos sirve para todos, sobre todo los que creemos y creamos sueños y nos gusta conservarlos, tenerlos registrados porque significaría un mayor conocimiento de todo, un mayor bagaje al conocer lo que aporta cada uno y si se cumplen ya son metas logradas y nos saca de esa seriedad de la vida que es primordial y con la que tienes que lidiar y aprender a funcionar, trabajar el malestar, el estrés, ver los porqués, y tener en cuenta que hay conflictos de intereses en todo, en el sistema sanitario, en el educativo, entre lo público y lo privado, y te cuestionas todo esto, lo que antes dejaban y lo que ahora no, que la ciencia cada vez avanza más, y las vanguardias que se caracterizan por mejorar la realidad.


Reconocer que existen esos momentos de sueño, de luz, algo que altera, y que es fundamental anotar, es como celebrar un hallazgo incondicional, y es verdad que los docentes tenemos muchos momentos de estos y las familias y puedes saber los porqués, sino lo haces los desconoces, y que hay que luchar por esas ideas, esos sueños, ver los valores y la vulgaridad, la negación inocente y los mecanismos de defensa y el alto precio que tiene el conocimiento. Te das cuenta que muchas veces defendemos algo que aún no conocemos y al revés lo negamos por miedo, ahí está lo relativo, y lo que hay que comprobar. Lo importante de ver las situaciones, conocerlas, los límites, barajar esto "los límites", ver lo que no es justo, inclusivo, lo débil y lo vulnerable, el grito de la desesperación, la dificultad de lo existente y la semilla, hay ya un conocimiento situado para avanzar al que sigue la acción, algo que no se puede parar, desde el posicionamiento propio y seguir transformando esto por que el que sueña sabe.

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