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Foto del escritorMaite García

Este dolor no es mío

"Quien mira afuera, sueña; quién mira dentro, despierta". Carl. Jung, cartas, vol.1




"Este dolor no es mío" es el titulo de uno de los libros que me trajeron los reyes. Tengo que decir que han sido muy generosos este año y que todo lo que me han dejado me ha gustado mucho y ha sido de un gran valor para mí. 


El texto está escrito por Mark Wolynn, profesor que impartió clases en las universidades de Pittsburgh, Nueva York y California entre otras y que fundó el Instituto de Constelaciones familiares, trabajó casos de salud con profesores, psiquiatras, con individuos y grupos, coaches y se especializó en trastornos por depresión, ansiedad, angustia, estrés. 


Nos dice que los traumas pueden ser heredados, que está comprobado esto, que trabajó con muchas personas que padecían depresión, ansiedad, angustia, pensamientos obsesivos, estrés, que buscaban saber las causas de sus síntomas, y como mejorar esto. 


Nos informa que esto se puede transmitir por generación, que esto también es un legado, y que se  llama "trauma familiar heredado". Aunque la persona se haya ido y su historia parece que no existe que pueden perdurar los recuerdos, las vivencias, vivir en nuestros cuerpos y en nuestras mentes. Parece ser que ese dolor es como un okupa y que no es nuestro, es un trauma heredado que hay que resolver, nos produjo una emoción grande, una impresión negativa, un daño en el cerebro y hay que gestionarlo, sacarlo, liberar la mente de esto. 


La experiencia narrativa es una opción privilegiada, el poder escribir y analizar, que esto haga posible sanar, disfrutar de la vida, del tiempo, de todo, ser dueña de una misma.


El autor nos comenta que descubrió que quién le estaba acosando constantemente era su mente, ideas y pensamientos que tenía, y que había que dar un giro a esto, cambiar esto. Miedos, dudas, formas de ser y de conducta, sentimientos que se mantienen a lo largo de la vida y que producen dolor y sufrimiento, es como que los anteriores, los antepasados, y nuestros ancestros, los que se han ido resuelven sus problemas a través de nosotros y que hay que identificar las pautas heredadas, que muchas veces esto sucede para que cada uno pueda contar su propia historia partiendo de su propia verdad.


Nos añade que siempre culpamos a nuestros padres de nuestros males, de lo vulnerable, nos vemos nosotros quizás más humanos y mejores, nunca nos es suficiente el amor que nos dan o nos dieron, pensamos que no hicieron ni dieron lo suficiente, incluso blindamos nuestro cuerpo y cuando nos tocan o nos abrazan no nos gusta, a veces nos tensa, de alguna manera desde muy abajo nos hacemos fríos y tenemos emociones que no les damos salida, se acumulan en nosotros tensiones, nos hacemos de acero y esto luego pasa a las relaciones y de pareja, nos produce esto heridas, dolor, el cuerpo tenso, insensibilidad y hay que ablandarse aquí. Hechos como cuando de pequeños no están a nuestro lado se arraigan en nosotros con tensiones inconscientes, las relaciones con los padres, con los familiares son exigentes, puede suceder también que pensemos que nos deben o les debemos todo, que esto hay que sanearlo para que no sea enfermizo.


En el fondo parece decirnos el autor que queremos querer a nuestra familia, pero que las relaciones son humanas y complicadas, que a veces no son tan afectuosas y buenas, que nos fijamos tanto en los problemas y preocupaciones que pasamos de hacer buenas cosas y dinámicas. Que cuando nuestros progenitores no están de pequeños con nosotros se producen tensiones que quedan inconscientes  y los culpabilizamos, en cambio es imposible estar totalmente pendiente, que esto no es cuestión solo de que se este ahí, que siempre pueden pasar cosas y que en realidad tampoco tenemos que preocuparnos tanto, sería un sinvivir.


El libro parece muy distinto al anterior, al de los dueños del planeta, pero no lo es tanto, no se trata aquí de dinero y de riqueza pero si de sufrimiento, dolor, enfermedad, de lo que significa el amor, y que a través del amor en la infancia y de la comprensión se desarrollan mejor el afecto, se sienten mas seguros y protegidos. El amor es condicionante a la hora de ser saludable, de estar sano y sentirse bien y no enfermo.


El profesor del libro investiga y de una forma científica la salud y la enfermedad, el dolor, de dónde viene el dolor y porque se producen los malestares, y observa al igual que los poderosos del planeta del texto anterior que la curación también está en uno mismo, en su trabajo interior, en descubrir la libertad por sí mismo, que la enfermedad la tiene que localizar uno, ver los síntomas, la responsabilidad también es de uno mismo, reflexionar sobre lo que se hace, y que a veces aún estando bien que no se puede permitir tener una enfermedad que no es de uno, que es de otro. 


Nos afirma que el sufrimiento y los traumas de nuestros ancestros puede que hayan hecho que nuestro destino haya cambiado ya que nos impiden digerir y dirigir muchas de nuestras vivencias y yo entiendo que puede haber esta parte de verdad. Y que aquí las personas tenemos aún mucho que hacer. Que nosotros por ejemplo como docentes tenemos que saber ver esa realidad del alumnado, y saber apoyar tanto interiormente como externamente, permitirles llegar para lo que ellos tienen talento y a lo que ellos quieran ser, desarrollarse, avanzar, crecer, hacer las prácticas reflexivas, ver las teorías, tenerlas en cuenta y los métodos, ser capaces de conducir el saber, la experiencia, la situación y la idea, de triangular y cuadrangular esto, que no solo hay que tener buenas intenciones sino que ellos tengan buenos resultados, es importante que tengan buena autoestima, vemos trayectorias muy claras y en cambio hay que observarlas y otras mas complicadas, y que no vemos claras y que en realidad pueden ser sencillas, que las cuestiones humanas son grandes, y que hay que saber enfrentarse a las complejidades del mundo, a la gestión y a la administración de uno mismo, que es difícil, que hay que aprender a gestionarse, administrarse, organizarse y a dirigirse, que teníamos que poder disponer de los recursos necesarios, que los docentes además de ser representantes del conocimiento, del saber que aportamos acompañamos al alumnado en el mismo y estamos ahí para que el alumnado nos supere y se supere, y para mejorar y aprender todos de emociones y sentimientos enterrados.


Habla el texto de familias que padecieron el holocausto, de traumas y tabúes que llevaron las propias familias y de la ansiedad y depresión que se padeció a causa de esto, que esos sentimientos son sentidos en la propia piel por los descendientes y que mucho sufrimiento parte de ahí, que las guerras solo traen sufrimientos. Se tienen esos sentimientos de angustia, el sentir del otro, que en realidad no es el de la propia persona. Añade que "entender una cosa a nivel intelectual no suele bastar por sí misma para que se produzca un cambio perdurable", que hay que acompañar ese hecho con la experiencia, explorarlo, sentirlo, integrarlo para poder soltarlo y sanar las heridas, que los miedos se heredan y que las depresiones son traumas que hay que resolver, y que cuando bloqueamos sentimientos estamos tardando más en poder curar, liberarnos de ellos de una forma natural.


Nos añade que muchos sentimientos no son nuestros y que hay que saber reconocer esto, que no tenemos que cargar nosotros con traumas heredados y que la falta de atención, de apoyo ya sea personal, familiar, profesional que puede obstaculizar la realidad, que conocer los orígenes de los traumas ya es un paso y que se van cerrando así heridas "pautas familiares". Que no todos los traumas son negativos, que también nos dan fuerza. Que la imagen que proyectamos a veces no es la nuestra es la de un ser querido, que nunca se van del todo, queda aquí su forma de ser, sus frases, siempre nos acompaña su lenguaje, es un amor muy grande que no se puede comparar a nada y nos deja esa marcha y aunque lo queremos llevar con mucho amor siempre aparecen en nuestra memoria momentos que no son nuestros, que eran de ellos, a veces nos vemos hablando como ellos, diciendo cosas de ellos y no nuestras, situaciones que no son nuestras, volvemos a vivir eso mismo, y le damos vueltas a lo que no entendemos y sucede, pero ya no es igual, buscamos muchas explicaciones para esto, es muy difícil de procesar, comprendo así al estudiante que memoriza lo que no entiende e igualmente tendrá que darle vueltas para poder comprender esto. Si algo no se entiende es un error aprenderlo así, queda ahí, se acumula y hay que procesarlo porque obstaculiza, queremos hacerlo bien y sentirnos bien.


Hay muchos trabajos y literatura con ejemplos parecidos al del autor, bajo los títulos "cuando ya no sea yo", "mi otra yo", "yo y el otro", donde las autoras nos hablan de sus casos, y nos dicen que no hay que buscarse sino encontrarse, tener un encuentro con uno mismo, encontrarse y conocerse, saberse, animarse a uno mismo, ver los propios límites y trabajar esto, ver lo que pasa, las actuaciones, los bloqueos. La respuesta es un proceso también, cada persona tiene un ritmo, lleva todo su tiempo.


La película "sin miedo a las estrellas" es así también, la protagonista está llena de ansiedades, de miedos, pánico, que tiene que resolver. El amor está también lleno de ansiedades, de no saber que hacer, tener esos miedos. 


La ciencia nos da explicación para todo este tipo de males y porque se producen las tensiones y que es lo que hay que tener en cuenta y resolver, mucho del tratamiento y la cura está en uno mismo, otra parte es social, la sociedad tiene que cambiar y mejorar mucho respecto a las personas, la escuela tienen que tratar mucho mejor, saber regar desde abajo muy bien los árboles, saber ver las semillas, las raíces. Sabemos que hay desde abajo, desde que se nace situaciones adversas, que es difícil la maternidad y paternidad consciente, que siempre hay traumas familiares, que hay que aprender a equilibrar esto para no sufrir trastornos, ahora se sabe mucho más del genoma humano.


Hay en el libro historias de tradiciones familiares donde el dinero parece que va unido a la enfermedad, y que luego se toman decisiones que influyen en los ancestros, y en los descendientes, frases que se repiten, como un eco, que van de generación en generación, y que en realidad se utilizan como una conexión emocional y que ser negativos destroza emocionalmente en realidad a las generaciones venideras y no son su causa, no son su propia historia, esta historia está vinculada a alguien en concreto, pero nada más, no tendría que ocupar más espacio, ni desencadenar una problemática en la mente venidera, ni quedarse en el cuerpo ni tensionar, es lo que nos quiere decir el autor con el libro que titula "este dolor no es mío".


Me gustó mucho el título y de nuevo me hizo recordar y reflexionar vivencias, que no son ni eran mis dolores, ni era mi enfermedad pero hay que reconocer que en la vida siempre hay muchas situaciones adversas y también traumáticas y que al ser madre y tener hijos tampoco quieres dejar las vivencias negativas a los venideros, lo mismo al ser docente que hay que intentar dar lo mejor al alumnado, así que de alguna manera al escribirlo lo sacas, los retomas, es como una limpieza interior, sanear esto, que no podemos tener pensamientos nocivos ni tóxicos de otros porque pueden llegar a condicionar nuestro bienestar, nuestra vida. 


Considera el concepto de lealtad y nos habla de la lealtad inconsciente como uno de los sufrimientos en las personas. Que muchos de los síntomas es casi imposible encontrarles solución por esto, por la lealtad inconsciente, es como tener una lealtad ciega a las tradiciones, mantener lo que hizo un ancestro o lo que hacía un padre, una madre, los abuelos, a seguir esos mismos patrones de conducta, hacerlo de una forma automática, no querer contemplar otra, pensar que era la mejor forma, de tal manera que esa lealtad es ciega, invisible, y va dirigiendo tu vida, son lealtades que existen, que hacen que se sobrepasen límites verosímiles, situaciones, que se repitan patrones, es lo que se entiende cargar con la mochila, con el peso del anterior, del que se ha ido, con experiencias traumáticas silenciadas, queda esto encubierto como una negación, se dice no antes de tiempo porque se consideraría una deslealtad con un ancestro, una infidelidad, parece ser que se incorpora esto como material psíquico familiar y que va a condicionar a nivel inconsciente. Al igual en la escuela, en el sistema, no siempre hay que integrar costumbres ni creencias que en realidad son prácticas negativas, que no siempre es bueno, otra cosa es la historia, conocerlas, lo que da lugar a festividades y eventos.


Conocer la lealtad inconsciente es un primer paso para desactivarla, la mirada y la lealtad inconsciente, ese vínculo, lo que elijen por ti, tampoco son solo nuestros ancestros los que eligen por nosotros, estamos condicionados además de esa fuerza en el interior de lealtad familiar, de la religiosa y política, los principios, son como cadenas que vienen del pasado de otros, no son nuestras, la forma de como vivieron las relaciones, el amor, la vida, y luego pasa directamente a los hijos, genera culpas en los hijos, a la vez es una cadena para ellos de responsabilidad y de sufrimiento. 


En el trabajo y en la familia hay esas luchas por el poder que a veces no son de uno mismo y que no deberían ser así porque existen siempre sufrimientos y daños colaterales, que hay que ver lo mejor y lo bueno para una organización, para cada uno de los miembros. 


Nos viene a decir el autor que solo se avanza desde el consciente y que las palabras, las frases también pueden ser traumas emocionales, son como pistas que solo si las desciframos podemos entender, entendernos y entender a los demás. Que las lealtades pueden ser opresoras y parece ser que cuando nos oprimen, estamos bajo presión, nos bloqueamos, no nos sale el lenguaje, no lo decimos todo, es como empezar y terminar sin haber dicho lo fundamental, pero en realidad no es que el lenguaje se pierda, ni la oratoria, parece ser que somos inconscientemente insistentes, es algo que se tiene, que aunque se quiera tirar la toalla aquí pensando que no se puede, que no es así, aunque salgan a relucir conductas inexplicables que se manifiestan como síntomas en la vida cotidiana, frases inexplicables de porque se dice esto, que todo tiene explicación y que el lenguaje consciente nos permite reconducir los hechos del inconsciente, conocer esas lealtades y elegir nosotros sin que nos elijan, ser capaces de darles salida, así como a nuestros miedos, angustias, represiones, pensamientos, las palabras son mensajeras de malos recuerdos y que hay que descifrar el mensaje, cuando se reconocen ya dejas de vivirlo en el presente.


El autor nos aporta herramientas para mejorar lo que el denomina el lenguaje nuclear, plantea actividades, ejercicios para que cada uno haga su propio mapa del lenguaje y encuentre lo que le daña, le bloquea, ver los descriptores, las quejas, las frases que utiliza y donde están los traumas. Que el mapa se soluciona por medio del árbol genealógico y por preguntas y respuestas. Que existen preguntas puente, que son las que relacionan el presente con el pasado.

 

Nos invita el autor hacer un mapa, un gráfico con descriptores y poner hilos a traumas importantes vividos, con esas personas, ver las relaciones, que podemos pensar en el amor como frialdad y en cambio también ser cercanía, comprensión y al revés. Que muchas enfermedades y depresiones, sentimientos de culpa, locuras, que son hechos traumáticos de los que hay que liberarse y que solo nos liberamos entendiéndolos, que el lenguaje nuclear nos permite esto, resolver los problemas, que muchas veces nos sentimos traicionados por la propia familia, los propios compañeros, al asumir que no quieren para nosotros lo que en realidad nosotros queremos, y nos hacen cargar con un peso emocional, o al revés lo que quieren es quitártelo, lo que si podemos observar es que mucho de lo que está oculto pertenece a la historia familiar, la de la persona desde que nació, la del lugar y que no se sabe reconocer, es algo que no está resuelto en la misma, que de alguna manera se ocultaba y nos arrastraba emocionalmente y ante esto hay que trabajar para entenderlo. 

Descifrar dolores, traumas es otra clase de medicina y que es muy curadora porque sino originan tensiones, dolores a los que hay que darles de alguna manera solución. 


El trauma de no sentirse querido, de sentirse abandonado, ser adoptado, de sufrir, de hacer daño sin querer, de tener miedo a que pase algo, las manifestaciones de los que nos precedieron son impactos emocionales, bloqueos, situaciones que hay que resolver ya que afectan a la percepción del mundo, y entiendo que hacer mapas del lenguaje es una muy buena solución, permite reconstruir hechos, escribirlos, ver donde realmente está el problema, sacarlo fuera, aceptarlo e integrar así experiencias profundas y seguir la vida con menos peso.


En realidad la vida es como una queja constante y continua de nuestra forma de vida, casa, trabajo, lo que vemos fuera de contexto en nuestras relaciones, y lo que nos afecta, que lo que nos afecta y hace daño tiene consecuencias y no solo en la salud sino en la vida en general, en casa, en el trabajo, cuando esto se entiende y se deja al descubierto ya deja de tener importancia, se ha solucionado y se puede explicar.


Para finalizar comentar que el libro me ha parecido muy interesante, me ha gustado mucho, me ha llevado a mas reflexiones, preguntas y respuestas, a entender algo más de lo propio, que el autor nos aporta muchas ideas interesantes, muchos contenidos que nos llevan a soluciones, aprender el propio mapa del lenguaje nuclear, realizar los vínculos inconscientes de las líneas de sangre y ver las luchas emocionales, psicológicas, sociales, físicas que afectan a la calidad de relaciones, y de vida, que la proyección de sentimientos es un mecanismo de defensa y que no tenemos que atribuirnos ni hacer todos los problemas de los demás nuestros pero sí como personas, madres, docentes intentar comprenderlos, ver como funcionan y permitir que se reconozcan, desarrollar estrategias para mejorarlos y resolverlos y que no afecten ya no solo a las relaciones sino a nuestra calidad de vida, que los problemas que no son nuestros no tenemos tampoco porque solucionarlos nosotros, ni que nos los pasen a nosotros, sino ver como hacer para hacer entender esto, la responsabilidad que tiene cada uno ya sea en casa, en el trabajo, en la sociedad en general, que al entenderlo y comprenderlo ya se pueden afrontar y tomar medidas llevando esto a una mayor salud, a ser mejores, a estar más saludables y a vivir sin apariencia sino de una forma más real, interiormente más sana, con relaciones más comprensivas y manteniendo la esencia.

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