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La ciudad y los muros inciertos




La ciudad y los muros inciertos es el último libro de Haruki Murakami, es una novela de autodescubrimiento, de intimidad, de esas que ayudan al conocimiento, del yo y la sombra, de pensamientos que llevan a la realidad, a descubrir enigmas, me gustó mucho, fue publicada este año, en 2024, es contemporánea con las ideas de ahora, nos permite entender muchas cosas de las relaciones humanas y del desarrollo personal.


Trata de la ciudad y los muros, de esos límites que a veces pasamos, y que se hace por transformar la realidad, los pensamientos y deseos e ir trabajando el auténtico yo, el transparente, el profundo, y luego pensamos que nosotros no traspasamos los límites, que fueron las sombras, las de cada uno, es como un trance, y descubres que no eras tu, que te encontrabas en una situación extraña, con decisiones de las sombras que no eran tuyas, que funcionabas como una autómata, una raíz del árbol, un eje del engranaje, una marioneta y en cambio tienes tu propia autenticidad, un mundo interior rico, lleno de valores, compasivo y las decisiones tienen que partir de ti, ser tuyas, y pensar como el lema de Carolina Marín "puedo porque pienso que puedo".


Significa hacer mucho por una misma y a la vez tener empatía y pensar que se puede, y así ganar el propio partido, es conocerse, auto descubrirse, ver la propia sombra y tener esa capacidad de expresarse, comunicarse, de desear de corazón y mente y conseguirlo porque los sueños son propios, hay muchos sueños y como nos hace saber el protagonista de "la ciudad y los muros inciertos" si entras en una biblioteca hay muchos libros y cada uno es el sueño de alguien, y esos también son sombras, sentimientos, pensamientos, deseos, almas que se abren, ceder a la impaciencia, y anotar en cuadernos, cuaderno tras cuaderno, anotar todas las inspiraciones y ver que muchas veces esto para nosotros es lo más importante y relegamos muchas relaciones como para más adelante y luego el tiempo ya ha pasado. 


Leer, escribir, parece algo natural y normal, sencillo, algo fácil que no es de talentosos, siempre la lengua y la literatura tuvieron esta lucha en la escuela con las ciencias, el arte, el deporte, cualquier área siempre da superioridad al conocimiento científico, en cambio el lenguaje son palabras que permiten que la ciencia se expanda, se expresen y se comuniquen los conocimientos y mi sombra tenía esa capacidad.


Hay muchas cosas que dice el libro que pasan, que hay ese enigma con el mundo de los sueños, con los misterios, que tienen un valor, son pequeñas historias que escribes, a veces muy interesantes, que anotas en el cuaderno, y en ellas los sueños. "Los sueños sueños son" decía Calderón de la Barca en la vida es sueño y ya nos hablaba de la ilusión, de la sombra, de los deseos que acontecen, y que aclaran muchas cosas sobre la persona misma ya que son como una fuente de conocimiento espiritual, y que se puede compartir. 


Ana Blandiana, premio princesa de Asturias de las letras 2024, escribió "primera persona del Plural" mientras que Haruki Murakami publicó "primera persona del singular" lo que me lleva a pensar en  ejemplos de mujer y de hombre, del plural y del singular, ambos recibieron el premio Princesa de Asturias de las letras, y aún siendo muy diferentes tienen mucho en común. Blandiana tiene un libro titulado "El sueño dentro del sueño y otros poemas", el anhelo de superar limitaciones de una realidad precaria, defectuosa, y que quieres vivirla bien, y que se adentra en la imaginación, lo que puede ser y no ser pero que en realidad no es lo verdadero, no es lo que sucede, pone de relieve la realidad, la vida que hay esa parte material y de necesidades y que se subsana con el espacio virtual. Que hay un boicot a la historia, es el sueño de un sueño, reflejo de un yo y encadenado por el sueño del otro.  Se rige aquí el sueño como el principio de la existencia cósmica, alguien me está soñando dice Blandiana y el mundo es construido a partir de un sueño.  "Yo solo soy un personaje secundario de esta extraña ascesis..." Es como debatirse entre dos mundos, entre dos realidades distintas, donde la realidad desvela la dimensión ideal y trascendente que adopta como un encantamiento donde la magia transfigura la realidad y te lleva a tener esos sueños de paz, de tranquilidad, profundos, bonitos, llenos de colorido y saber hablar acerca de ellos, interpretarlos es de alguna manera descubrirse a si misma, interés por formar parte del propio mundo de una forma equilibrada y sana, estando bien y formando parte bien de él y siendo esto un motivo de satisfacción.  Escribir los sueños y ver el significado es una especie de querer estar y vivir en el mundo de esa forma, con saber, con conocimiento y sabiduría, traspasar de alguna forma los muros de la ciudad y ver la otra parte o esos límites que nos ponemos y poder atravesarlos y saber que se puede hacer, que se puede mejorar lo existente y que solo hay que mejorar el instinto, la voluntad, la empatía, incluso ver la perfección, y pensar en quién hizo la imperfección. Ver la triada de belleza, de verdad y de bondad. El universo tiene ese orden secreto sostenido por una geometría, donde el triángulo es la mente, el hambre emocional, y querer una vida sana que mejore la salud física y mental, y de nuevo la magia por poder compartir todo esto, comunicar y expresar, es todo divertido y se disfruta porque el sueño es como una responsabilidad de mejorar los valores, de mejorar la salud, nos ofrece esa oportunidad, es como quién tiene un superpoder para la evolución.


El muro, traspasar ese límite puede hacerse por miedo, para ocultar como el que hace la ley, para prohibir y no siempre es lo mejor. El sueño hace que nos adelantemos en ese plano, en ese muro y que veamos la realidad presente, futura y el pasado. A veces los sueños son como una pesadilla que no quieres evadir sino comprender y los escribes para tener una conversación con ellos y saber que como dice Carolina Marín se gana con ellos el partido de tu vida. Puede parecer una obsesión el velar por esos viejos sueños, a veces con tener uno grande y bonito ya no se necesita soñar mas ya que puede ser tan importante que solo trabajar por él te lleva todo tu tiempo porque en él está lo que nos reprimimos, oprimimos, censuramos a nosotros mismos, lo que nos reprimen, censuran y oprimen los demás, lo que nos hacen saber que somos pero que en realidad no somos, lo que les gusta y lo que no les gusta a los demás y ver que esto es pensamiento de una misma, que está en una misma y no es ley, que pensábamos que es educación y de la buena pero que no acepta todo el mundo y tienes que comprenderlo y trabajar sobre esto, deseducarlo y vincular la vida a la realidad, e involucrarte en esa misión, comienza aquí la primera lucha de obstáculos como la del atleta y que quieres conseguir, liderar, ganar, estar y sentirte siempre bien, tener una buena salud y tienes que apostar por ti misma. Los sueños no dependen de quién sueña suceden sin más, se presentan ante nosotros de golpe, provienen de algún lugar, al dictado de alguien, y no pueden modificarse a voluntad. 


Todos tenemos sueños y yo tuve un gran sueño y tiene que ver con el libro por eso me pareció tan interesante "la ciudad y los muros inciertos" y como le sucedió al protagonista lo escribí, lo interpreté y luché por él, por que se cumpliera y así tener una vida real como me gusta. Lo vi realmente muy auténtico y vivo, real, sabía que era un sueño pero también lo que tenía que erradicar y hacer toda esa transformación educativa, estudiar y trabajar mucho, ver esa línea divisoria que hay entre el sueño y la realidad, ese muro incierto, porque hay límites, censuras que están mal, que no son las mejores y actuar con ellas no es estar educados, cada uno tiene que saber las propias y trabajarlas, y poder superar frustraciones. 


Te das cuenta como bien dice el protagonista que en la vida vas perdiendo amigos porque no les interesan tus sueños, no van a mostrar interés por tus sueños, ni por tu historia de vida, ni quieren reflexionar y pensar como lo haces tu así que de ser una persona soñadora, habladora, sociable vas pasando a perder ese tipo de interés y de relación contigo misma por que piensas que quieres otro tipo de amigos, los que tienes realmente no son amigos del alma, son falsos positivos, hay muy pocos amigos reales del alma, que puedas entender y que te entiendan así que nada mejor que escribir y anotar y ver que los cuadernos son tus amigos del alma. Y con el tiempo ya no sabes si esto es una virtud o un defecto porque en realidad te gusta la gente, participar con ella, reír pero sabes que tienes que dejar de contar tus sueños, tu vida, de estar siempre con tu yo, de desnudar siempre el alma, ser tan transparente, la realidad es esta, la gente quiere contar sus sueños pero no saber los tuyos, quiere vivir su vida pero no la tuya, en su ciudad y con sus muros sean inciertos o no. 


Es indiferente a tu angustia, a tu ansiedad, tiene la suya, así que tu escribe y erradica tu lo que daña y sobresale lo bueno, que aflore también la sonrisa, la paz, la tranquilidad, porque en realidad también buscas esto "aliviar el sufrimiento", y desprenderte de lo que daña, de tu sombra, porque la sombra sigue a los demás, es como una posesión y tu no quieres eso, buscas tu libertad, ser tu, sin que te atraigan sombras que no quieres, que ellas sigan con su vida. Y luego la verdad que te preguntas ¿Qué habrá sido de esa sombra? Porque hay muchas e inciertas como los muros y que no te dejan crecer ni vivir como quieres, no te dejan pasar y quieres trabajar y superar esto. Una sombra separada de tu cuerpo es como una planta que cortas de raíz, que no quieres que nazca eso en ti porque sabes lo que daña, lo que no te gusta, piensas que no puedes vivir sin esas sombras pero puede hacerse, esa parte oscura que no te gusta puedes erradicarla, deseducarla y seguir con tu sueño.


El protagonista nos dice que "se nos separa de la sombra de niños, antes de aprender a hablar, de la misma forma que se nos corta el cordón umbilical o perdemos los dientes de leche. Las sombras se arrojan al otro lado de la muralla, y continúan con su vida más allá de los límites de la ciudad. Ya se tiene esa lucha desde que se nace que hay que trabajarla, ver la misión de cada uno y lo que en una sombra puede ser el bien y el mal. Aprender de alguna manera a ser lector de sueños, y abrirse a las dudas, a la incertidumbre, al interior y desempeñar así la labor de otra forma, mucho mas correcta y sana, aprender a entender los silencios, los que no se comparten porque son profundos, muy íntimos, absolutos, los inclusivos por contemplarlos una misma y los compartidos porque no se encuentran las palabras adecuadas. 


Es una responsabilidad aliviar el sufrimiento, el consuelo, quitar la sombra porque sientes esa opresión y quieres animarte, quizás esto son bloqueos también, no estar interesada por esa sombra, ni por su historia porque crees que te obstaculiza el camino, que levanta más muros, y te pones ese reto, sabes que puedes salir y se sale, no quieres esa sombra que te domine, ni ser un alma en pena, ni estar angustiada, por eso no quieres vivir con los ojos cerrados sino abrirlos al mundo y contemplar la belleza del mismo. 

Te desprendes de la sombra porque realmente te educan para servir, para asistir, para ayudar, y ese no es tu auténtico yo, ni tu misión, necesitas tiempo y trabajar esto, no ser una imagen, ni una apariencia, ser tu misma, un ser real, libre e independiente y que vivas como te gusta y quieres, haciéndolo bien, organizar bien las ideas, los pensamientos, mejorar aún más la compresión y la expresión y así ir haciendo muy bien el trabajo, las tareas y pensar que siempre se tiene ayuda de las bibliotecas porque en cada estante hay muchos sueños.


Entiendo que hay muchos espacios así de cultura, como las galerías de arte, son lenguaje visual, son como las bibliotecas solo que sin palabras con imágenes, que saben plasmar en un dibujo, en una pintura todo aquello que buscas, somos lectores también de imágenes además de palabras, somos lectores de sueños nos dice el libro.

Muchas veces no cuentas el sueño sino que lo plasmas en un lienzo, en un folio, cada sueño es un caso y es un límite de capacidades. Los psicoanalistas de sueños lo saben muy bien cuando se ponen límites en los sueños, se cuestionan los problemas, los conflictos, las capacidades y enseñan a entender esto. Y una vez estudiado experimentas un trato distinto, se mejora el comportamiento, la actitud ante aquello que molestaba, te vas dando cuenta de los mensajes y de lo que resultaba difícil de comprender y de interpretar. Todo lector de sueños tiene que saber vivir de una forma austera pero con ingenio.


A veces nos avergonzamos de las sombras, de lo que llevamos dentro porque son los muros, limitan entre el interior y el exterior y por eso es imprescindible conocerlas para entenderlas, saber lo que quieren y que no dominen ni posean, no hacerlas caso si son incómodas, desconectar de ellas sino te fías, si no son objeto de confianza, si no las crees, si piensas que te quieren engañar, ni tampoco te tratan tan bien, así que el protagonista nos dice que te lanzas mil razones para desconfiar y no creer en ellas pero nos hace saber que nos da muchas razones para que las salvemos. 


Ellas tienen su funcionamiento y su forma de vida, con escucharlas, debatir y llegar a acuerdos es suficiente. Todo requiere su tiempo y tiene su lentitud pero se vive el hoy y hay que a la vez de tener sensibilidad saber perderla. Ver que esas sombras, esos muros son fantasía, no son la verdad, no son nuestra verdad, era la verdad de ellos, y que si los dejas dominar tienen la capacidad de despojarte de todo, y tenemos también ese don, saber separarnos de esto, de lo que nos crea ansiedad, angustia, lo que nos impide conseguir las metas, los retos. Es una cuestión de salud también, de estar bien y de ser auténticos, de comprender la propia misión, la auténtica luz de una misma y ver que dentro de cada uno hay esa grandeza interior, producto muchas veces de lo bueno de las sombras por eso hay que salvarlas. 


Me encanta toda esta reflexión que hace el autor y que me ha llegado y he podido comprender tan bien, entiendo que Haruki Murakami es auténtico como ser, como persona, ha ganado el año pasado el Premio Princesa de Asturias, explora asuntos muy universales y trascendentales, y se sitúa en el hoy, nos hace saber ver que no somos robots, ni ordenadores ya que nosotros funcionamos con errores, con fallos, y a veces nos decepcionamos porque somos impacientes, rápidos, trabajamos mucho pero queremos no tener fallos, ganar, rendir bien, los errores se pagan, se ve muy bien ahora con las olimpiadas, la selección española de gimnasia rítmica no se pudo clasificar y estaba muy preparada, cometió errores tanto en el aro, como en la cinta, como en la pelota, se quedó fuera de las ocho mejores, y ya fue una condena, trabajaron mucho, lo hicieron muy bien pero con demasiada tensión, con desaciertos y no pudieron brillar y ya no obtuvieron medalla. Reclamaron notas y no les sirvió de nada, es así, somos humanos. El mundo exterior es así pero el verdadero, el de verdad no es ese mundo, es el auténtico de cada uno, es el verdadero y es verdad que en este se cumplen años, pasa el tiempo, las oportunidades, se sufre, se envejece, se cometen errores, y no resulta siempre todo tan divertido ni fascinante pero hay que asumir la vida, la realidad, lo que sería el ideal, lo obligado y lo que es el mundo verdadero, muchas veces las sombras también nos están indicado que quieren otra cosa, que lo ven de otra manera. Hay este juego en la vida, no se puede parar el tiempo, solo vivirlo, hay que asumir la vida y vivirla bien, asumir las funciones y digamos las misiones de cada uno. 


Que grande Haruki Murakami, que sabe trasmitirnos muy bien su sentir, su autenticidad, su yo, parece una persona muy seria y misteriosa, silenciosa y en cambio es sin filtros en este libro, sabe expresar muy bien lo que quiere transmitirnos, decirnos, llegar al interior de cada uno y que exploremos la ciudad y los muros inciertos, salvaguardar nuestra autenticidad, nuestro yo real y auténtico y que contemplemos lo ideal a través de los sueños, que sepamos descifrar nuestros sueños, expresarnos bien, sacar todo aquello que tenemos en nuestro interior, y conocer la capacidad tan talentosa que se tiene y a la vez saber expresarla. Nos dice a través del protagonista que no se trata de mantener el silencio por el silencio sino de saber ver, percibir, de que si digo cosas que no se tengo la impresión de estar dañándome pues no lo se, es decir, corresponden con lo que siento, no es lo real, ni lo mejor, ni lo verdadero.


A veces escribimos como cuando hacemos ejercicio como si fuera una contrarreloj porque no siempre nos dedicamos a esto aunque tenga que ver, es así, la escuela, el ejercicio, el escribir, cada uno tiene su tarea, la casa, la vida personal e íntima, y todo va así de prisa, y como en la contrarreloj tienes que realizar tu propio trayecto, ir de forma separada de los otros participantes y en realidad lo haces a la vez y vas en contra de ellos pues estás compitiendo, te disputas una vuelta, haces de nuevo un giro. 


En deporte es muy exigente esto, y lo mismo escribir, no es sencillo, es trabajo, entrenamiento, y lo haces así de forma rápida y contrarreloj pero sabes que es como el sol, una luz que ilumina, y que en realidad no te importa ni el tiempo que haga porque siempre tienes que hacer, a veces es similar a publicar, como cuando mandas un wasap o publicas en las redes que lo haces de forma precipitada pero son como una ayuda de ánimo, de motivación, has encontrado aquí entonces la fuerza de tu auténtica sombra. Y esta es la tuya, la que quieres, donde te cobijas, a la que te aferras, porque te exige menos y eres más feliz.  Y sabes de todas aquellas que apoyan y ayudan y están en tu misma línea, en tu muro y logras expresarlo, dar con las palabras adecuadas y sacar todo lo que tienes en el interior y lograr tu propio sueño, muchas veces vuelves a caer en errores y como en la contrarreloj de nuevo vuelves a dar otra vuelta, a prepararte, y esto te mantiene.


Seguir tu camino con ilusión y alegría pensando como Carolina Marín el lema puedo porque pienso que puedo y así ganar el partido de tu vida. Que grandes son los pensamientos y que grandes regalos nos da la vida. Por eso no hay que desesperarse, ni frustrarse, sino contemplar la propia vida, la propia historia y vivirla bien, entender lo más profundo y no solo del corazón sino los pensamientos, la mente, los sentimientos y lograr el sueño, ver que es posible, que cada uno puede llegar a la meta y plantearse otros nuevos retos gracias igualmente a otros muchos sueños de la biblioteca. 


Todo parece que escapa a la lógica, que es lo incierto, la incertidumbre, los sueños, los deseos, las sombras y en cambio es la realidad, se vive con ello, lo que cada uno tiene dentro y quiere, lo que lleva consigo, lo inconsciente y lo consciente y las propias decisiones, lo emocional. 


Para finalizar comentar que me ha gustado mucho el libro, la reflexión de hoy, que no nos podemos convertir en enemigos de nuestras propias sombras, es como convertirse en enemigos de la propia situación. Carl Jung nos hablaba de esto, del amor y del miedo, que ya desde que se nace nos educan para ser de una forma determinada, para hacer e igual no nos gusta y lo rechazamos, nos sentimos mal y queremos cambiar todo esto, culpabilizamos a las sombras que es lo mismo que hacerlo a los seres queridos, o a los que se han ido, a esas sombras, es algo emocional, que está en uno, son semillas emocionales que quedan ahí plantadas, incluso que pueden ser incómodas y hay que calmar, aliviar esto, serenarse y saber contemplarlo para que no nos dañe ni dañemos que no sean una amenaza sino ver lo positivo, los sueños compartidos, los recuerdos vividos porque según Jung esas sombras son rasgos ocultos de nosotros mismos y que nos sabotean nuestra propia vida, lo que no aceptamos de nosotros, ni de los otros, son la máscara "el ideal del yo", el representado, el teatral y no el real. Por otro lado hay cosas que no admiramos en el otro, que nosotros nunca diríamos ni haríamos y eso nos desilusiona, nos decepcionan, no nos gustan, en cambio tenemos que aceptarlo, porque nos ayuda a estar mas sanos y a ser mejores y más equilibrados. Reconocer lo que no nos gusta nuestro y lo que no nos gusta de los demás requiere valentía, paciencia, coraje, el rechazo es lo que más daño hace, reconocer las sombras, descubrirlas, aceptarlas es abrazar esa parte que no nos gusta y que cura, sana porque elimina ese mal, ese miedo y nos hace avanzar en la vida. Es todo un camino que parece fácil pero no lo es, las sombras pueden intervenir para hacer las cosas de otro modo, de otra forma, a la vez que sea la propia sombra quién lo exija pero decidir decide una misma, la realidad es esta, hay que sortear obstáculos, tomar decisiones, hacer proezas y forjar alianzas porque la admiración, la gloria trae también envidias. Aquel sueño sabía que contemplaba esto, y que podía cumplirse solo si se trabaja siempre por y para los valores de la paz que fortalecen la convivencia con uno mismo, con los demás, con las sombras y unen lazos, estrechan relaciones, dan sonrisa, felicidad, alivian el sufrimiento. 

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