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Suelo firme






Suelo firme es el libro escrito por Rosa Vila. La protagonista es una mujer dónde vive una vida, una historia, luces y sombras y donde se observa que la vida es así, va transcurriendo y no siempre todo es felicidad ni todo amargura sino que requiere un aprendizaje. Ella representa a las montañas, a la lucha, al trabajo.


Suelo firme habla de una mujer, que a la vez a mi me ha llevado a otra mujer que nos ha dejado recientemente y que yo pinto a mi manera, porque en realidad era una mujer que vivió una larga vida e hizo su recorrido, no trabajó digamos fuera de la casa, no tuvo un empleo, a ese tren no se subió así que tampoco se tuvo que bajar, no obstante, era una mujer fuerte, que vivió una vida más o menos libre, y que desprendía vitalidad. Se puede decir que como la canción era una mujer que como asturiana vivíó la vida de "la mina y el mar". La oscuridad y profundidad que significa la mina, y el oleaje y la tempestad que significa el mar, y aunque en ambas haya momentos de calma, de paz, de tranquilidad, también los hay de mucha tensión.


Cuando se entra en la mina se hace bajo tierra, a pesar que haya luz y calor afuera, entiendo que se siente la negrura, la oscuridad, el frio, la tristeza, cuánto más abajo más profundo, como quien está en un pozo, y así es la profundidad, como la depresión. En los casos de la mina se va con equipo, con funda, se baja con guantes, con linterna de seguridad, con equipos de respiración, y se llevan a cabo determinadas normas. Y de ella cuando se sale se hace como lo hace el minero al salir de la mina y vuelve a respirar el aire puro y a ver la luz, y retomar la vida, la paz, la tranquilidad, esa alegria de sentirse bien y vivo y querer placeres, ese ansia por vivir o seguir viviendo la vida pues terminó la jornada. Así es el espíritu minero.


Cuando se está en el mar y hay oleaje, se trata de un mar bravo, agitado, con prisa, apocaliptico, que al ver las olas y el agua penetra ese espíritu de mar y de lucha por dominarlo y superarlo, como el del surfero, ese espíritu decidido de querer controlar esto, a la vez seduce y se continua navegando hasta solventar los obstáculos y que el mar se calme y es aquí cuando al conseguirse hay relajación, placer, se puede respirar profundamente y de nuevo divisar el paisaje, la calma, el equilibrio, se ve el horizonte.


Todo tiene una dificil explicación, en este caso esa mujer representa ese espíritu minero y ese espíritu del mar que se unen, y quieren funcionar bien, verse bien, los faros, las luces, las galerias, los ascensores, lo que circula bajo las montañas y por el mar son condicionantes para que luego la vida se desarrolle y haya que contemplarlo todo como se contempla el trabajo pero luego hay una vida en suelo firme, digamos que está en la superficie, en la realidad, por eso siempre hay que intentar salir de estas circunstancias, y es aquí donde si se hace así se encuentra esa explicacíon lógica a los problemas y se intenta funcionar con todos los problemas que igualmente acarrea la vida, gestionar esto porque la vida al natural es un trozo de paraiso, espectacular, de gran belleza y muy bonito.


Las raíces son así como las de la mina y van creando una especie de árbol que tiene que crecer, brotar, y si hay hijos como en el caso de la protagonista comienzan las ramas a crecer y lo hacen desde lo más profundo y hay que aprende a reaccionar frente a todo, a ese oleaje del mar, y reconocer ese estatus, y reconocerlo y como los surferos, hay que aprender este tipo de deportes de riesgo, adquirir el propio equipo y prepararse para este tipo de competitividad, de alta autoestima, de alto rendimiento, lo que significa que la vida es así, como la del atleta que tiene que motivarse, incrementar el rendimiento, la autoestima, el autoconcepto, la autopercepción, las habilidades físicas, y todo tipo de componentes afectivos, conductuales, cognitivos, por la necesidad como seres humanos de superar y sobreponerse, lograr estos retos que impone la vida y como el surfista presentar siempre moderada ansiedad y mucha autoconfianza. Y mientras se experimentan los desafios del minero y los del mar hay que hacerlo con alegría, con esperanza de la persona que lo va a lograr y a salir de esto, aunque se piensen y se digan muchas veces cosas poco comprensibles, y trabajar en equipo la inseguridad para que haya crecimiento y sostenibilidad porque nadie sale adelante con polarización, perturbaciones y confrontaciones sino al contrario con convivencia humana, dando pasos para enfrentarse a las mismas, para entenderse, buscar consensos y sin ataques mutuos sino con apoyos, tendiendo una mano. Cuántas veces se ha hablado en circunstancias adversas de vender el alma al diablo, de rebajarse y humillarse porque la vida es como el pozo o la ola que compromete y se quiere salir de ella, porque se depende del alma para vivir, para comer, para tener una casa y cobijo, para pagar las facturas. Es muy dificil en estas circunstancias crear, innovar, experimentar paz y calma, es imposible porque se están sorteando obstáculos, experimentando brusquedades y a la vez hay que seguir evolucionando y creciendo. Es aquí donde se trata de entender todo, porque como el surfista se quiere alcanzar la meta, esa elevación, experimentar ese nivel alto que lleve a ese gozo, esa iluminación total, ese placer pero luego hay que arriesgarse a descender y hacerlo bien hasta volver a suelo firme. Es importante siempre estar en buena forma para poder enfrentarnos a las adversidades.


Un profesional es una persona que se gana la vida trabajando, que consigue motivación, y que quiere dominar técnicas para poder ejecutar esos ejercicios dentro de unos espacios determinados, dominar tempestades, oscuridades, las olas, y con el nivel requerido interactuar, y hacerlo sin esfuerzo.


Se necesita trabajar, ganar dinero para muchas cosas y no solo para comer, con él se compra el equipo como para el surf, la ropa, la tabla, da libertad para el cuerpo, para la expresión, para la unidad con la ola pero no es suficiente, no se puede pensar que con el dinero te vas a poder poner en pie sino que eso es mucho trabajo de dominio, de ejercicio, de saber y aprender a hacerlo, de tiempo, y como en todo lo material interfiere el arte, y el alma para expresar ese sentimiento.


A veces, carecer de alma, es volverse como las olas y enfurecerse, enfadarse, volverse agresivo y violento y más que ver esas olas como equipamiento y fuente de energía y que se hacen altas pero luego según el lugar rompen y hay que aprender como rompen y a sacarles provecho, y que las más grandes son mar adentro, en el interior, mientras que cerca de la costa son más pequeñas, y que según temperatura y presión generan movimientos de aire, y que las hay de mas o menos calidad pero hay que salir de ellas, liberarse, sentir ese espíritu, más que confiar en ellas hay que confiar en uno mismo porque sabemos que pueden llegar a ser muy fuertes y grandes, a veces peligrosas pero hay que volver a tierra, y elegir el suelo firme, regresar al punto de partida, y así es la vida, regresar a tu casa, a tu familia, a tu vida, a tu suelo firme y después de la jornada de trabajo ver los fallos, ver otras opciones y rectificar, reflexionar acerca de la seguridad, hacer tus proyectos, tu propia ruta, detallar las necesidades, las herramientas, los recursos económicos, no dejar nada, hay que contemplarlo todo, no programar ni planificar es fracasar porque hay que saber ver lo importante, lo necesario, lo superficial.


Lo importante. A veces vamos a lo urgente y nos olvidamos de lo importante, de lo relevante y lo humano, hay que gestionarlo y a la vez descubrirlo, los sentimientos, los afectos, la inteligencia, la belleza de lo espiritual porque esto hace que nos adaptemos o no a la realidad, a nuestras inquietudes que no son siempre materiales aunque estas también sean una necesidad. La meta más importante suele ser la familia, los amigos, la edad, el tiempo y así poder disfrutar del viaje.


Lo necesario para que todo funcione. A la vez que sea placentero, y nos de buenos resultados, tener una buena tripulación.


Lo superficial, lo exterior, lo aparente. Aqui hay que comprender que si es importante uno y su soledad también lo son los demás, el equipo, la tripulación, siempre la hoja de ruta hay que seguirla para llegar al destino, hay que cumplir esto y hacerlo según lo programado, el día, la hora, esto es llevarlo a buen puerto, tomar el control, responsabilizarse.

Caminar por suelo firme es una sensación grande de libertad nos dice la protagonista. Y no solo se puede estar analizando, pensando, con los sentimientos hay muchas otras tareas que hacer, que cumplir. La tierra firme te da fuerza, hace que te sientas segura, bien, tranquila, exigente, tener un verdadero hogar y menos peligros. Hace también ver que el tiempo transcurre muy rápido, pasa de prisa siendo esencial el afán de superación.


Amplia el texto que el placer físico es físico pero el mental es emocional, y que a veces no hay palabras para expresarlo, es de grandeza, como el éxtasis, hay que sentirlo, es la mayor sensación de placer, a la vez también son condicionamientos. La alegría, la felicidad, la satisfacción, el trabajo bien hecho, es todo placer pero ese entusiasmo está a veces profundamente castigado, hay personas que se sienten mal al verlo,ofendidas, intimidadas, y esa luz que se expresa con esa vivacidad se va apagando para poder ser aceptado, al igual la mirada, porque parece ser que es algo inadecuado. Hay que cuestionarse esto también, la intimidación, este sentir hay que entender que igualmente puede ser acoso emocional, físico, social, verbal. Nos puede gustar estar contentos, bailar, disfrutar, ensimismados en los pensamientos, en los sentimientos pero igualmente aqui hay que pisar suelo firme, ese placer, esa belleza, esa ternura, esa bondad, esa alegría, esa sencillez, solo el que lo ha vivido, ese éxtasis, sabe como es y si eso está castigado tampoco es estar con ese carácter avinagrado, amargado, antipático y lleno de desafecto, ni que los demás paguen las consecuencias, hay que enfrentarse tanto a uno como al otro, a esos dos titanes que no se apoderen de la persona y sentir la tierra, y poder pisarla. Es cierto que las obligaciones condicionan y exigen estar fuerte para poder llevarlas a cabo y con cierta sensibilidad. Esto también es amor. Amar el suelo firme y sentirse bien en él.


Ayer, día 2 de Abril, fue el día mundial del autismo, bajo el lema "un feliz viaje por la vida" pone el énfasis en disfrutar tanto las personas, como las familias como en las instituciones de una vida feliz.


Cada persona es un mundo y como el del autista, el del minero, el del mar es díficil de entender y de afrontar, y no se puede manifestar el sufrimiento sino que hay que luchar contra el mismo, y se ve todo como se observa el pozo y la ola grande pero esto no es una timidez, ni una anormalidad, y puede que fisicamente aquí no se esté solo y haya un equipo pero mentalmente se está solo, el esfuerzo es de uno mismo ante las limitaciones y nos revela todo el dolor y a la vez el arranque de querer superarlo y vencer los impedimentos, los obstáculos y salir y al fin pisar suelo firme.


Las dos mujeres de la historia, de alguna manera luchaban por querer vivir en suelo firme, disfrutar de la vida, tener su sitio, ser ellas mismas y vivir también sus placeres, sus deseos y hacerlo sin miedo.


Para finalizar comentar que este post va dedicado especialmente a esta mujer, tan importante para mí, que representaba la dureza de la vida del minero y del mar, y que me ha ayudado también en mi camino, en mi ruta, con ella un día dije que se abría el telón y se ponía en primera fila y lo hacía como espectadora, en una silla. Esta mujer representa también a las sillas, a toda la gente con la que caminamos, compartimos la ruta, los sentimientos, y a todo lo incondicional, lo que significa "suelo firme" y que como en la mina y el mar parece que se está atrapado como en un laberinto y se trata siempre de salir, de vencer la ola y tener una amplía y larga vida en suelo firme, hacer siempre el propósito de conseguir vencer y de poder vivir bien. Con aprendizaje, esfuerzo y trabajo se puede salir de todo esto y solventar obstáculos porque todo esto siempre es un progreso diario individual que favorece a uno mismo, la autoestima, la confianza, la independencia, y siempre va haber momentos como el de la mina y el mar complicados pero hay que intentar volver a suelo firme, buscar los caminos más adecuados y volver a encontrarse con todo lo que la vida significa, el propio hogar, la casa, la familia, las relaciones humanas significativas y la participación que nos corresponde en la sociedad, en el mundo, hacer algo por el bienestar de cada uno y el de los demás.


¡GRACIAS Y HASTA SIEMPRE!



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